Lo compruebo cada día, seguro que vosotros también: si todos pudiéramos contagiarnos de las ganas de disfrutar que muestran los canes, si fuéramos capaces de dejarnos llevar por su energía feliz y espontánea, seguro que se reduciría el mal humor en el mundo, junto con el estrés y los malos humos. La encargada de demostrarlo en esta ocasión es la loquita de Juju: tiene poco más de un año y vive en Nueva York. Esta Bulldog Inglés descubrió hace tiempo el juego más divertido del mundo. Y ahora lo pone en práctica cada vez que puede...

El vídeo lo han compartido los educadores caninos donde Juju ha ido a clase de cachorros, Instinct Dog Behavior & Training LLC. Ellos no le han enseñado a hacer esto, pero se lo pasan en grande viéndola porque... ¿Cómo resistirse a este momentazo y a esa cara?